domingo, 24 de septiembre de 2006

Amaranto


Amaranto, o kiwicha como se lo conoce también, era un cultivo muy importante en la civilización azteca. En algún momento la NASA lo identificó como un alimento altamente nutritivo y formó parte de la dieta de los astronautas. Y algunos lo consideran milagroso.

Tal vez en Wall Street no conozcan todavía la hoja del Amaranto parecida a la espinaca pero seguramente ya todos escucharon de Amaranth, el fondo canadiense que perdió varios miles de millones de dólares apostando al gas natural y que mencioné en mi post anterior.

Recibí un par de mensajes pidiendo aclaraciones sobre la naturaleza de las operaciones del fondo así que simplemente navegué un rato y aquí va lo que se hasta ahora.

Fundamentalmente, el fondo apostaba al spread (diferencial) entre el precio futuro del gas en marzo y el precio futuro del gas en abril. Usualmente, el precio futuro del gas en marzo es más alto que el precio futuro del gas en abril porque a medida que se acerca el verano en el Norte, la temperatura sube, el consumo cae y los inventarios de gas suben.

Amaranth apostaba a que el diferencial entre ambos precios, en lugar de caer, iba a subir. Para que esto ocurriera, el gas natural tenía que subir de precio en forma consistente generando la percepción de escasez a futuro. En Agosto de 2005, Katrina fue una ayuda en la apuesta ya que su efecto disruptivo en la demanda de gas natural fue amplificado por el mercado (esta es la historia que cuenta el gráfico del NYT reproducido más arriba). Así que Amaranth hizo varios cientos de millones de dólares.

Pero sólo unos meses atrás, el precio del gas se desplomó y, con él, el diferencial entre los precios futuros. Amaranth se vio obligado a cerrar posiciones perdiendo mucho dinero. Eventualmente el spread puede volver a abrirse pero sostener estas posiciones a futuro cuesta dinero y cuando una contraparte tiene una pérdida devengada muy grande se le exige que integre en efectivo al menos una parte sustancial. En un solo día, Amaranth parece haber perdido más de U$S 500 millones de dólares.

El jefe del fondo lo lamentó en una conferencia telefónica:

“We lost a lot of our own money this month,” “We lost more of your money. We feel bad about losing our own money. We feel worse about losing your money.”

Y concluyó: “Sometime even the highly improbable happens,” “That is what happened in September.”

Calificar de improbable a la compresión en el diferencial entre ambos precios futuros, simplemente porque en los últimos años se mantuvo, es un error. Primero porque la tendencia subyacente era la suba persistente del precio del gas y no puede suponerse que va a subir para siempre. Segundo porque el análisis de la serie de tiempo del precio del gas natural muestra una serie con una volatilidad alta y variable: un comentario en el Dealbook del NYT afirma que cuando sube el gas la volatilidad puede ser de 150% para luego bajar a 40%. La volatilidad variable es un problema serio para los inversores que creen estar trabajando con un nivel de riesgo y luego descubren que es otro.

De lo que se trata, me parece, es de la enorme inexperiencia que tienen estos jóvenes imberbes que creen que los mercados alcistas duran para siempre:

"Still, veteran traders say the commodity markets are full of Brian Hunters: traders in their late 20s or early 30s who have never traded through severe conditions like the gasoline crisis of the 1970s, or the plunge in oil prices in the 1980s. Instead, they have watched as natural gas prices, as well as those of many other commodities, rose - unevenly, but with clear annual gains - since 2001."

O como lo definió Taleb en el artículo citado arriba: la gente juega a la ruleta rusa y alguien tiene que perder.

El asunto es que cuando estos problemas se generalizan, los que pierden van más allá de los inversores sofisticados. Fondos de inversión de los bancos Morgan Stanley, Credit Suisse, Bank of New York, Deutsche Bank tenían dinero invertido en Amaranth y las pérdidas allí pueden obligarlos a realizar inversiones en otros fondos generando un problema de liquidez (el mercado de capitales cuando está muy apalancado es como los bancos: si todo el mundo pide su plata al mismo tiempo se produce una crisis de liquidez, una corrida).

La buena noticia es que los hedge funds son fondos que tienen fuertes restricciones para devolver la liquidez a sus clientes. Pero seguramente los inversores van a dormir menos tranqulos durante la semana que viene y cuando la intranquilidad en el sueño se vuelve una fuerza dominante, los mercados corrigen. Ya lo dice el viejo dicho de Wall Street:

If investments are keeping you awake at night, sell down to the sleeping point.

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