viernes, 27 de noviembre de 2009

Jurassic Park

"No, I'm simply saying that life, finds a way." Jeff Goldblum en Jurassic Park

El gobierno cree que sustitución de importaciones es trabar las importaciones. En este caso, se trata de los neumáticos importados donde se decidió ahora sin norma, sin marco institucional, sin estudio y quien sabe si no por familiaridad con un conocido empresario del sector, poner trabas.

Todo aquel que haya pasado por introducción a la economía en el CBC sabe (en mis cursos al menos), que esta restricción genera genera reacciones porque cambia los incentivos.

Un resultado es el aumento del precio y, por lo tanto, del delito asociado al bien en cuestión. Otro es que las compañías de seguro están al borde de dejar de cubrir el robo de neumáticos o cobrar una prima adicional por hacerlo (lo mismo ocurrió cuando el robo de autoestereos se generalizó).

Y, finalmente, los que más tienen acaban de encontrar una solución que, incluso, los deja mejor que antes: compran sus neumáticos en el Uruguay, y en Punta del Este en particular, donde las gomerías ya dan turno y el recambio sale ¡la mitad que en argentina! El resultado es que este sector paga menos, o se paga el ferry a Montevideo, los dólares salen de cualquier manera pero ahora por la cuenta de servicios reales (si es que se registran), y de paso toman un poquito de sol en las hermosas playas uruguayas. El compañero Mujica, agradecido.

Prebisch se revuelve en su tumba.

PD: Ya que lo menciono, creo acordarme sin voluntad para releer Capitalismo Periférico que al Don Raúl más viejo le preocupaba particularmente la imitación del patrón de consumo de los centros que las clases medias-altas de la periferia tendían a llevar adelante. Pero claro, ¿qué pueden hacer los K? Si Perón era el primer trabajador, CFK es la primera consumidora (Nestor, en cambio, parece más moderado pero su prole... uy, como tarjetean).

jueves, 26 de noviembre de 2009

Los empleados del mes (curiosidades bancarias italianas)


Por DK, el mejor bloguero-por-mail de Argentina.

Estimados

Cuando me lo presentaron, pocos días después de mi ingreso, el gerente general de un banco público me comentó con el pecho erguido que su propio abuelo también había ocupado la más alta posición gerencial dentro del mismísimo banco, el más antiguo del país, más antiguo que el país. Recuerdo haber sostenido, frente a tales credenciales, una mirada plena de curiosidad. Mis antecedentes familiares no calificarían en una competencia burocrático escalafonaria (mi abuelo apenas si había tenido tiempo para huir con lo puesto de la Galizia polaca en la que estaba predestinado a ejercer como rabino para terminar vendiendo telas al por menor en un pequeño local del barrio de Pompeya.)

Poco tiempo después de aquella conversación inicial comprendí que la curiosa historia relatada por el señor gerente no era lo suficientemente original (la historia, el gerente tenía sus méritos). A medida que indagaba sobre esta particular cuestión, el linaje bancario aparecía con cierta frecuencia, como parte de la herencia congénita recibida por más de un afiliado/a de parte de sus antecesores. En efecto, método acientífico mediante (no sustenta un papel de trabajo) encontré que un número interesante de empleados de la institución eran, a su vez, parientes de otros que los habían antecedidos en la nómina. Ciertamente, el Convenio Colectivo de Trabajo había facilitado las cosas en ciertos casos extremos ("En caso de muerte del empleado en actividad, padre de familia, uno de los hijos que hubiere estado a su cargo podrá optar por ingresar a la empresa, siempre que reúna las condiciones de ingreso establecidas, a satisfacción del banco y existiendo vacante en la escala inicial (Art. 59. CC 18/75 (Acta del 3/2/73 y Art. 49º CC. 11/73)) pero mi impresión –reitero, acientífica- era que la práctica era más usual que los casos específicos habilitados por el acuerdo laboral mencionado.

Las presiones competitivas en el sector no parecen haber esmerilado este tipo de prácticas, ni en Argentina ni en algunos otros países. El prestigioso diario The Guardian (UK) acaba de reportar un próximo cambio generacional que ocurrirá en la banca cooperativa romana donde aquellos que se vean forzadosa tomar, por este motivo, una jubilación anticipada, podrán optar entre recibir una indemnización o dejar su puesto a un sucesor familiar de su propia elección. “Under a deal signed with unions this week, 76 employees of Banca di Credito Cooperativo di Roma (BCC di Roma) must take early retirement but they willget a choice: either take a payoff or leave your job to your son or daughter (or indeed any relative "up to the third degree", which would allow the post to be left even to great-nieces and nephews).”

Genial,no?

La ilustración adjunta corresponde al emperador romano Diocleciano (284-305) que impuso el carácter hereditario del soldado. No previno adecuadamente que su numerosísimo ejército superase en número a los contribuyentes.

El-fútbol-que-garpamos-todos

Uno de los problemas más serios del progresismo argentino (que no es más que populismo, me parece, como categoría política pero que se yo de esto) es la creencia de que sí lo hace el estado no cuesta más: Aerolíneas, las concesiones viales en vías de estatización (que los concesionarios entregan felices de la vida), las AFJPs (que sus ex-dueños entregaron chochos) y ahora el fútbol-para-todos...

Para todos pero, lo que el progresismo no dice, que garpamos todos. Y agrego, este progresismo no sólo hace de cuenta que todo lo público no cuesta nada sino que manotea en los mismos o mayores niveles que los menemistas.

Más allá del escandalete de que todo el aumento en cultura y educación son los 600 y pico de palos para los good fellas de Grondona, nos encontramos ahora con que el gobierno paga mucho más cara la producción del espectáculo deportivo. Mi primera reacción al leer el artículo fue: "Clarinete sangra por la herida" y "será que ahora hay más partidos en pantalla". Luego me contaron lo que gana el menemista-macrista Araujo y, peor, vi que La Corte se la lleva con pala.

Otrosi digo: parece que Aerolíneas va a dar pérdidas por varios años más. Y eso si le creo (no, no le creo) al plan de negocios súper-optimista que presentó Recalde. Quien sabe, tal vez el James Dean local, que encontró la veta marciana en John Maynard, haya aprendido a hacer un flujo de fondos como la gente... ¿o será igual al que Machinea armó para el Parque de la Costa antes de empomar miles de accionistas que pronosticaba que Argentina crecía 10% por 10 años seguidos?

Citando a otro progre-pero-no tanto: Ay país, país, país... ay ay paiiiiiiiiiiis.

Ventana

Vamos Nestor, avivate. Es el "nuevo" Fondo... Es el Fondo de los emergentes... lo que estabas esperando...

¿Se viene el artículo IV?

viernes, 6 de noviembre de 2009

El peor ciego es el mudo

Caparrós, cuando no, escribió una magnífica columna sobre la violencia social en aumento, en la forma de la desigualdad y en la forma del delito. Y como la derecha ensalza la primera y mal-reprime la segunda; y la izquierda discurre sobre la primera e ignora la segunda. Releo y ya no se de que (no) habló Caparrós en sólo unas líneas... pero es imprescindible.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Intercambio compensado

Me cuenta un empresario juguetero grande (que importa buena parte de lo que vende) y que se encontró con el Napia para que le destraben importaciones porque no tiene casi mercadería:

- Juguetero: No puedo vender si no puedo importar.
- Napia: No importás si no exportás por la misma cantidad.
- Juguetero: ¿Pero qué voy a exportar? Si acá casi no hay industria nacional de juguetes y es carísima...
- Napia: Lo que sea... exporta soja y podés importar por los mismos dólares que exportás.

Poco importa si la política es conforme a los estándares de la OMC, o si el juguetero salió a comprar papeles para mostrar que exporta soja. Poco importa si la militancia K está contenta con la escasez de Barbies y Mickeys.

Lo importante es que esta es, en esencia, la razón de la enorme caída - y floja recuperación - de las importaciones de bienes de consumo que también afecta a otros sectores que no exportan (por ejemplo, las automotrices que no tienen terminales en Argentina, etc.).

¿Se llamará intercambio compensado o balanceado? (siempre hay un término técnico para la locura).

Si, Lilita puede estar loca...

Si, Lilita puede estar loca... pero este reclamo "gremial" ¿no le da una parte chiquita de razón?

lunes, 2 de noviembre de 2009

Iniciativa

La argumentación oficial (o pro-kirchnerista) anda ahora en una meta-celebración: la recuperación de la iniciativa política antes que el avance en sí mismo en la corrección de las desigualdades sociales que supimos profundizar del Rodrigazo en adelante (por justicia, algunos festejan ambas cosas, es cierto, pero aún en estos casos la fragmentación de la oposición se vive con extraña alegría y se apuesta a un bipartidismo desbalanceado como forma de perpetuación).

Los momentos de fiesta son malos para intentar reflexiones de eficacia, sostenibilidad, estrategia y pavaditas por el estilo. En las fiestas se celebra y hasta la resaca no se para. Pero los blogs irrelevantes no tenemos porqué alcoholizarnos (tampoco nos sentimos invitados) y podemos dar un paso al costado para mirar.

La recuperación de la iniciativa tiene una serie de rasgos comunes muy interesantes, a saber:
  1. La sorpresa de la iniciativa (y no, que figure en la plataforma sólo puede conformar a Barone y Russo porque si por plataforma se tratara, seríamos otras cosa).
  2. La rapidez en la ejecución. Sea por ley o por decreto, las iniciativas no se discuten en el sentido sustantivo de incorporar las mejoras (y no, lo de impedir a las telefónicas entrar en el negocio audiovisual es de una ingenuidad que sólo la militancia puede comprar: no sólo Telefónica va a mantener Telefé sino que Telecom va a terminar comprando un canal de televisión a través de un tratado bilateral de inversión... ¿por qué pensás qué compra un holding español?).
  3. Como consecuencia de lo anterior, y el bajo capital humano en el sector público, la bajísima calidad en la implementación. Ejemplos sobran: todavía el fútbol-para-todos-que-pagamos-todos no tiene avisadores, estatizamos las AFJPs regalándoles las comisiones ya cobradas por los próximos 30 años y sin control sobre la utilización de los fondos, mejoramos a los chicos pobres empeorando a jubilados... y así podemos seguir.
La eficacia de la política económica sigue siendo desastrosa. Las medidas de subsidios, sea transporte vía Jaime, sea ONCAA, son un escándalo de proporciones gigantescas. Los subsidios cuestan ya 3% ó 4% ó 5% del PBI y uno tiene la sensación (si, sensación) que la mitad están mal dados por ser generoso. Como además no tienen control ni seguimiento, puede ser mucho peor.

Tal vez sea la revolución social pero, con Carlos Díaz, me parece que hay que pensar mejor en la calidad y no sólo en la cantidad de las iniciativas. OK, las hicimos como el tujes pero en algún momento habrá que plantearse mejorarlas y limpiarlas de paja. Porque la historia enseña que la sostenibilidad de las reformas no está asegurada en la Argentina.

No sea cosa que creamos que el endeudamiento (la única fuente de sostenibilidad de 2010 en adelante y una de las formas de la disfunción social argentina, junto a la inflación) da para mucho.

Equlibrio

"Algunos amigos que leyeron los primeros borradores de este trabajo me reprocharon que presentara a la Argentina anterior a Perón como una época de dorada felicidad, mientras exageraba en cambio mis censuras a la actuación de dicho presidente. El libro parece "reaccionario". Quizá se deba esa impresión a mi empeño por seguir el consejo de los historiadores de que no se juzgue el pasado con criterios actuales. Por otra parte, suele resultar cómodo achacar las dificultades de posguerra a maquinaciones de extranjeros o a los antiguos oligarcas, pero dudo de que puedan introducirse reformas sociales duraderas mientras se sigan difundiendo nociones incompletas o distorsionadas sobre el pasado, o que tales reformas tengan que ir acompañadas de políticas económicas ineficientes. Ideas grotescas (y hasta levemente paranoicas) acerca de la historia económica de la Argentina han contribuido a suscitar muchas políticas extrañas, que ni han acelerado su crecimiento ni han cooperado al logro de sus objetivos políticos y sociales. Mis preferencias por el mecanismo económico de la Argentina anterior a Perón no me impiden compartir con mis amigables críticos su desaprobación de muchos aspectos del clima sociopolítico de entonces. Pero sería insensato negar por esa única razón muchas de las conquistas sociales y económicas alcanzadas en aquellos años. Un mayor empeño en la reforma social, sobre todo en los prósperos años que precedieron a 1930, y una más esmerada atención a las necesidades de las masas rurales hubiesen reducido los problemas políticos y económicos de la Argentina de posguerra; pero la política oficial de posguerra tenía aún muchas posibilidades de acción, y a sus errores es también imputable el deterioro del desenvolvimiento argentino. (...) Si la reforma social no va acompañada de eficaces políticas económicas, al menos en las sociedades mixtas, suele resultar muy efímera. Por otra parte, culpar de todos los problemas actuales a un régimen depuesto en 1955 parece tan poco razonable como atribuirlos tan solo a los extranjeros y a los oligarcas."

Carlos Díaz Alejandro
Julio de 1970
Ensayos sobre la historia económica argentina